... Y los cinco los perdemos, llorona, cuando nos enamoramos.
Si yo fuera ciega podrían comunicarse conmigo a través de la piel, evocar recuerdos intensos con el aroma y escuchar atentamente al sonido de mi respiración, de mi corazón al latir, de mi saliva deslizándose por mi garganta.
La comida tendría mucho mejor sabor, los libros estarían conectados a mí a través de las yemas de los dedos e intentaría averiguar la hora con el sol en mi espalda, la brisa de la tarde o los grillos nocturnos.
Si yo fuera sorda tendría que sentir la música a través de mis poros, adivinar lo que dicen los demás a la distancia, siempre y cuando vea sus labios y mirar fijamente a las personas para imaginar la intensidad y vibración de sus voces. Tendría que bailar al ritmo de mis venas y manejar descalza para saber cuándo hacer el cambio de velocidad en un automóvil.
Me dedicaría a la fotografía y dormiría plácidamente en una ciudad de disparos permanentes. El tic tac del tiempo no me agobiaría, solamente tendría que voltear todos los relojes de la casa e ignorar su transcurrir.
Podría perder los sentidos, podría hasta perder la razón, pero jamás el corazón.
esniff, que bonito.
ResponderEliminarel otro dia me acorde cuando platicabamos por messenger, pollo. cuando apenas me iba a ir. que pedo, antes platicabamos mucho.
agregame en el gchat, zarra. pa chatiar con alguien.
No encuentro a veces la posibilidad de sentarme a leer este tipo de cosas que nos relajan un poco, espero que pueda pasar en algún momento, creo que voy a tratar de conseguirme unos Pasajes a Cordoba para relajarme
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