21.5.08

El Bulto

No tengo mucha experiencia escribiendo, me considero de mente cerrada, me gusta lo breve y directo. Me da pereza interpretar cada vez que leo porque leer debe ser como ver la tele: algo así nada más, que durante unas horas o incluso días te gusta, lo recuerdas, se lo cuentas a todo el mundo y al rato se te olvida cómo acabó...

Total... Para una clase hice este cuento... Me encantó... Pero bueno, ése es sólo mi sencillo punto de vista...

El bulto.

Eran aproximadamente las 8:05 de la mañana cuando el médico llegó. Ya tenía una cantidad considerable de pacientes esperando, así que decidió pedir un café a su secretaria para despertar mejor.
Una vez que hubo regresado, se asomó por la puerta y la primera persona que llamó su atención fue un señor que estaba dormido en la sala de espera, cómodamente recargado en la silla, con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca abierta. Tendría alrededor de 50 años, complexión robusta, cabello canoso y corto.

-¿Y ése qué? -preguntó el médico-. ¿Viene conmigo?
-No, quién sabe – responde la secretaria –, ya estaba sentado cuando llegué y no ha pasado a registrarse.
-Bueno, probablemente no viene conmigo. –Así dijo tranquilamente y comenzó a atender a los demás pacientes.

Pasaba el tiempo y el hombre continuaba descansando en el mismo lugar. Las enfermeras, pacientes y demás personas que pasaban por ahí lo observaban burlonamente. Algunos incluso hasta le tomaban fotos pero no hacían nada por despertarlo.
Se llegó la una de la tarde y el hombre aún no pasaba a registrarse. Aprovechando su hora de comida, los médicos platicaron sobre aquel extraño personaje.

-¿No se ha registrado con alguno de ustedes? – pregunta uno de los médicos.
-Pues conmigo no se anotó – respondió la mujer médico -. Ya casi acabé con mis pacientes y de los que faltan ninguno es hombre.
-Yo opino que mientras no se levante y se registre, a nosotros no nos corresponde atenderlo. Además se me hace que debe ser familiar de alguno de los pacientes.
-Tienes razón –opina un tercer médico-, que se quede dormido hasta que lo corran.

Algunos pacientes fueron con el vigilante del hospital y le pidieron que lo retirara, pero él respondía que al igual que ellos, también era un paciente y tenía el mismo derecho a permanecer en la sala de espera hasta ser atendido. La verdad era que nadie se atrevía a despertarlo pues, por su aspecto fornido y semblante duro, parecía que reaccionaría de manera agresiva al ser interrumpido su sueño.

La hora de salida llegó y los médicos se retiraron extrañados. Algunos se consolaron al pensar que no era un paciente, sino que sólo era el acompañante de algún familiar.

Los especialistas del turno vespertino repitieron la misma historia que los del matutino y ninguno se preocupó realmente por la situación. Era un día más en su trabajo y ahí estaba un señor dormido en la sala de espera.

Cuando todos se hubieron retirado, uno de los empleados que se dedica a retirar todos los desechos clínicos observó al señor dormido en la sala de espera, solo.

“¡Señor! ¡Ya está solo!”, le gritó, pero aquel individuo ni siquiera reaccionó. Se acercó y le estrujó despacio el hombro, tampoco obtuvo respuesta. Extrañamente se le ocurrió que podía agarrar su helada muñeca y tomarle el pulso. El sujeto estaba muerto.

El hombre que retiraba los desechos no supo cómo actuar ante esta situación, así que decidió dejarlo ahí hasta la mañana, pues al fin y al cabo alguien más se daría cuenta y lo llevaría al lugar adecuado.

Pero nunca nadie se percató de su estado difunto, sino hasta que un extraño hedor comenzó a emanar de su boca abierta.


FIN

6 comentarios:

Anónimo dijo...

mente cerrada?
carajo! tonses la mía esta sellada!
tus post siempre son bien largos y bien detallados! pero bueno.
El bulto claramente expresa como cada dia nos vamos haciendo mas insensibles, nos importa poco o nada lo que le pase a la demás gente aun cuando la vemos que necesite algo, como nos vamos haciendo cada vez mas egoístas... o bueno eso fue lo que yo entendí y mas por quq acababa de leer esto, Etica periodistica

Juancho dijo...

que pinche largoooo ...

despues lo leo ahorita tengo hueva.. saludos tu ...

la_mirada dijo...

haha pss algo largo pero me gusto, bien pollito sigue escribiendo cuentos que es grato leerlos

Anónimo dijo...

jajajaja

yo siempre tan sarcástica...

al rato posteo un cuento de dieciséis páginas

Eva Bertlen dijo...

... siempre te han gustado este tipo de historias.


recuerdo que leí una tuya, de la niña que moria en su sótona, victima de su madre loca que la escuchaba gritar, y juraba que era su imaginación.



paz

Tasta dijo...

Yeeeii