13.9.08

¡¡QUE MEYOOOO!!

Durante los últimos dos meses, cerca de mi casa circula un sonido que me perturba, cada fin de semana que me recuesto a descansar por las tardes, simplemente no me lo permite... Me pongo mis audífonos pero al fondo sigo escuchando ese incesante ruido.

Recorre la colonia con una terrible cancioncilla, desesperante, aumenta mi paranoia, "para Elisa". Apenas sí me atrevo a asomarme por la ventana para verlo pasar, alejarse y esperar unos minutos más para dejar de escucharlo y sentirme tranquila nuevamente... Por lo menos, hasta el siguiente día...


Así es... El carrito de los helados.


Pocas cosas son las que me aterran, no le temo a la oscuridad, tampoco a las arañas (he superado esa fobia) y ni siquiera me asusto de caminar sola por las calles nocturnas sin otra arma más que mi spray de pimienta, sin embargo, me atrevo a decir que le temo de verdad a tres cosas:

1. Las cucarachas.
2. Las alturas.
3. Los carritos de los helados.

La verdad no sé por qué tengo miedo de las cucarachas o de las alturas, puede ser algo relacionado a la supervivencia del ser humano y bla bla bla... Pero, el temor al carrito de los helados se remonta a mi tierna infancia.

Yo era una chiquilla como cualquier otra, disfrutaba de la nieve y más si ésta llegaba a mi puerta en un colorido automóvil, vendido en forma de paletas de Mickey, Donald o Barbie...

Sin embargo, mis padres, cinéfilos, acostumbraban ver películas la mayor parte de las tardes y una de esas me senté con ellos. La película trataba de una agrupación que se dedicaba a robar niños y hacer creo pornografía infantil o algo bien nasty con los niños... y lo que usaban para robarlos, eran los carritos de los helados.... NOOOOO!!! Y mi paranoia, que desgraciadamente me ha acompañado desde el día en el que nací, hizo el resto del trabajo.

La última vez que me acerqué a un carrito de los helados, yo tendría 11 años y era una combi medio jipi, con un refri todo chafa en el que había helados chafas... Conducido por un señor de meyo, mucho meyo... Y desde entonces, jamás me he querido volver a acercar...

Aldo (Escorpión) es el único que comprende mi paranoia y temor a la cancioncilla de "Para Elisa" que trae ese carrito de los helados, pues él vive en la misma colonia y justamente la otra vez me preguntó: ¿No te saca de quicio ese pedo?


Obvio que sí Aldo...


Ni te imaginas...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

pfff que horror esa cancion me causa escalofrios lo primero que pense cuando te lei es que el señor de los helados es un psicopata algo asi:

simplemente es un vendedor de helados que de niño escuchaba esa rola en una cajita con una bailarina que tenia su mamá y pues
creo eso lo hace recordarla porque se murio hace como 5 años y eso lo orilla a matar a todas las que se parecen a su mamá.

hehe bueno me viaje un poco pero es que sí, esa canción, tsss esta chida pero de verdad me causa escalofrios

Anónimo dijo...

jajaja antes por mi canton pasaba! como me fastidiaba!
algo que no entiendo es por que a la gente le puede dar miedo las alturas, tengo un amigo que no se podía asomar a nada que estuviera a mas de 4 metros, aunqe lo detuviéramos o que hubiera ventana o cualquier cosa jajaj no podía y casi lloraba...

dijo mi mama que siempre no jaja ya no saben si si es perro o perra jaja los veterinarios se contradicen pff el tiempo lo dira:P jajaja

Anónimo dijo...

Bueno yo comparto tu fobia por las cucarachas, de niña una me mordio, nadie me cree, pero se que fua asi, no puedo ni matarlas por que odio su tronido, asi que cuando veo una la verdad mejor corro del lugar, no sea que se le ocurra caminar hacia mi

Juancho dijo...

yo a lo unico que le tengo miedo es al embarazo, y eso que ami no me da eso pero en fin.

Ehh brenda no me andes diciendo mentiroso por que no lo soy, solamente es que ando medio salado ultimamente, necesito una limpia.