22.4.12

Cinco sentidos tenemos. Los cinco los apreciamos.



... Y los cinco los perdemos, llorona, cuando nos enamoramos.


Si yo fuera ciega podrían comunicarse conmigo a través de la piel, evocar recuerdos intensos con el aroma y escuchar atentamente al sonido de mi respiración, de mi corazón al latir, de mi saliva deslizándose por mi garganta.

La comida tendría mucho mejor sabor, los libros estarían conectados a mí a través de las yemas de los dedos e intentaría averiguar la hora con el sol en mi espalda, la brisa de la tarde o los grillos nocturnos.



Si yo fuera sorda tendría que sentir la música a través de mis poros, adivinar lo que dicen los demás a la distancia, siempre y cuando vea sus labios y mirar fijamente a las personas para imaginar la intensidad y vibración de sus voces. Tendría que bailar al ritmo de mis venas y manejar descalza para saber cuándo hacer el cambio de velocidad en un automóvil.

Me dedicaría a la fotografía y dormiría plácidamente en una ciudad de disparos permanentes. El tic tac del tiempo no me agobiaría, solamente tendría que voltear todos los relojes de la casa e ignorar su transcurrir.

Podría perder los sentidos, podría hasta perder la razón, pero jamás el corazón.

2 comentarios:

Gatiio dijo...

esniff, que bonito.

el otro dia me acorde cuando platicabamos por messenger, pollo. cuando apenas me iba a ir. que pedo, antes platicabamos mucho.

agregame en el gchat, zarra. pa chatiar con alguien.

Sara dijo...

No encuentro a veces la posibilidad de sentarme a leer este tipo de cosas que nos relajan un poco, espero que pueda pasar en algún momento, creo que voy a tratar de conseguirme unos Pasajes a Cordoba para relajarme