Estaba en los brazos de Morfeo, gozando tranquilamente de los placeres oníricos, cuando, entre esos mismo sueños, escuché la voz de una mujer:
-Despierta... Despierta
-No! no me voy a despertar -resongué
-Te voy a levantar -respondió
-Ay sí, como no
Ring... Ring...
Escuché el timbrazo del teléfono que me obligó a dejar mi cama para contestar.
Levanté el auricular.
-Bueno... -dije aún dormida, pero al otro lado de la bocina no escuchaba nada...
-BUENO!! -dije en voz alta ya más despierta y molesta por la interrupción
-Buenos días -dijo una mujer al otro lado
-Buenos días -respondí.
Tonos de ocupado
"Méndiga... -pensé- sí me despertó."
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