Esta mañana me levanté con una tremenda hambre... Así que decidí prepararme unos deliciosos champiñones con quesito... Yom yom!
Desgraciadamente, me di cuenta de que no había queso!! NO - HABÍA - QUESO!!
Y como sabrán, los champiñones y el queso son inseparables... He aquí una imagen para confirmar.
Así que para saciar mi cada vez más fuerte necesidad de lácteos, decidí tomar leche... De este modo, la lechita vino a destruir el amor que exisía entre el champiñón y el queso... Vaya tragedia...
Sin embargo, la leche no resultó ser un buen compañero del champiñón, y esta infidelidad hizo que el champiñón recordara los sabores de su relación, en efecto, no hay nada mejor para él que el queso, pues desde siempre ha sido su único y verdadero amor.
Para desgracia del champiñón, el queso resulta apetecible para casi cualquier platillo... Y en la cocina se apareció un ingrediente que jamás falta...
¿Champiñón continuará abnegado su relación con la leche o se decidirá a tener de vuelta al queso? ¿El quesito decidirá continuar tras de champiñón, o aceptará las propuestas indecorosas de la tortilla para hacer una quesadilla? Esperen el próximo episodio de: "El comal le dijo a la olla" a la hora del desayuno.
4 comentarios:
oye olla oye oye!
jajaja que pedo con esa historia jaja y los dibujoss ajajajaa
mendigo champiñon infiel!
jajaja, el champiñón es un wilo XD.
Un muu y unos lentes negros conquistan a cualquiera.
Salud, señorita! Provecho
pinche champiñón, se siente demasiado libre oqela
pinchi leche despreocupada me atrae jeje pero no tanto como tu sonrisa
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