Toda mi vida he sido una cínica, y con mucho orgullo. La mayoría de las personas que me han tratado me lo han dicho. Mis amigos, mi familia, los profesores y otras personas que creen que a un cínico se le puede ofender llamándolo de ese modo.
No lo puedo evitar, y sinceramente no me da la gana hacerlo.
De hecho, platicando con un amigo, me remonté a la época donde por primera vez me dijeron que era una cínica. Un compañero de la primaria en quinto grado fue el atrevido. Vaya vocabulario para unos lepes de diez años, ¿no? Lo que pasa es que estaba en una escuela de riquillos, hijos de profesionistas. No sé cómo encajé ahí, yo, niña de bajos recursos y padres de rancho con secundaria incompleta. Pero no había de otra, estaba cerca del trabajo de mi papá y desde siempre he sido algo sobreprotegida.
Total, el niño se llama (o llamaba) Jorge, de hecho recuerdo todo su nombre, "Jorge Rosalío Viramontes Rodríguez", o algo así... y lo recuerdo porque me gustaba el chavito. Estaba feo, era mamón y muy nerd. Recuerdo que a su edad era fan de Albert Einstein y hacía investigaciones sobre la teoría de la relatividad. Pffft... Por favor. Pero me gustaba, qué remedio.
Un 14 de febrero hicimos intercambio de cartas y a mí me tocó hacerle una a él. Noooombre, yo estaba muy contenta, pero, extrañamente, siempre fui muy discreta. Así que empecé a dibujar una carta muy bonita, de corazón y pues a todo dar, la creatividad fluyendo con todo cariño por mis manos (jajaja) hasta que el mono se acerca y me dice: "¿tú me vas a dar carta? Ay noo! No quiero nadaaa!".
Obviamente rompió mi tierno corazón de pollito, pero no tanto la verdad, sólo lo suficiente para escribirle un mensaje desabrido en lugar de aquellas palabras tiernas que ya estaba maquinando. Me esperé hasta el final para que el monillo se emocionara y luego le entregué una tarjeta muy bonita. "Espero que te guste lo que te escribí", le dije. La abrió y sólo decía "Feliz día del amor y la amistad, atte Brenda".
Ohh decepción.
Al día siguiente me recibió con un papelito que decía algo así: "no me caes mal, pero a veces eres muy sínica". Yo ni sabía lo que significaba, pero de tan sínica que era, ni me interesó... Y me reí para mis adentros pensando: "jujuaju, le caló".
Pues sí, soy orgullosamente cínica. Sería irónico si no lo fuera.
6 comentarios:
los cínicos naturales somos los mejores...
SOMOS LOS MEJORES COLEGA!
y es que es dificil que alguien nos lastime porque todo se nos resbala, y nos vale madre la verdad. Somos algo especial.
¿o me equivoco? Los cínicos, como diría mi abuelita, tenemos una pinche concha que todo nos vale madres.
siii YO a tu pedir ..golosa mimosona...el presidente de la humildad y modestia...EL genio....EL adonis de pluton...la envidia de todo hombre y el deseo de tus humedades guapa...el inventor del cosmo y el colectivo...bus..o como carajo lo llames...la belleza puesta en una sola persona la MIA ..EL unico.. y no sigo pues me voy a sonrojar...os dice visitame en MI blog (el unico en realidad) y observa MI galponcito e elije el inodoro de tu gusto...mamuchita
buscalo en el facebook, igual y el tambien recuerda que contigo estreno ese palabron que tanto usan los riquillos. no olvides recordarle el errorcillo gramatico que tuvo.
por cierto, hay mucho jale. no tengo tiempo de dibujars. a ver cuando se conecta miss. goosh.
No te preocupes chata, soy como los camarones, un día si, otro día no.
¿Me explico?.
Que cinismo de tu parte...
Vaya cínica me gustas, a que hora vas por el pan???
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